14.5.09

Vicente Di Cione y un comentario respecto de la diversidad cultural.

En septiembre de 2006 escribí un artículo titulado "La diversidad cultural y el rol de la juventud" .
Allí utilicé la expresión "¿Vale la pena seguir sosteniendo que el otro no tiene nada que pueda sernos de utilidad?". Eso motivó al Licenciado Vicente Di Cione* a escribirme un mail muy interesante y que quiero compartir con ustedes:

"Sin dudas el texto final es un alegato a la convivencia y tolerancia con las infinitas "otredades" que con mayor o menor presencia están hoy por hoy, como decís, en casi todos los ámbitos de la cotidianidad. Y si no están "al lado", seguramente estarán "un poquito más allá" o simplemente más allá en el mismo lugar de los lugares: la Tierra, el mundo.
La cuestión se complica un poco cuando las diferencias culturales se transforman también en diferencias en la cadena de la distribución de ingresos y en formas más o menos incubiertas o explícitas de explotación y de otras distinciones sociales dentro de la misma "unidad cultural" ("Los argentinos somos todos iguales, pero algunos somos mejores y más argentinos que otros"). Esto significa que a menudo muchas diferencias culturales , expresadas fundamentalmente en los credos religiosos, las lenguas, los gustos culinarios, la indumentaria, las relaciones de familia, el comportamiento público, el uso del mobiliario urbano, etc., pueden comprenderse más si se contemplan los procesos de clasificación.
En tu texto te preguntás si "¿Vale la pena seguir sosteniendo que el otro no tiene nada que pueda sernos de utilidad?". Es una pregunta curiosa en tanto invita a ver al otro como "persona que nos tiene que ser útil de algún modo". Los esclavistas, comerciantes de esclavos, proveedores de fuerza de trabajo para las plantaciones del "nuevo continente" (una de las primeras formas de "agrobusiness" en los albores de la globalización) siempre tuvieron la idea de la "utilidad" de los "negros", en especial cuando no pudieron "utilizar" o no alcanzan los "útiles" amerindios. Sobre este tema las justificaciones son de muchos tipos: "no estoy explotando, sino que creo fuentes de trabajo", "que otra cosa pueden hacer los bolitas", "en los lugares de donde vienen están peor", etc. etc.
El día en que la tolerancia a las otredades culturales se acepte: ¿será también el día en que termine la desigualdad, combinación y contradicción entre las clases sociales?.

* Geógrafo, profesor regular de la Universidad de Buenos Aires.
(Comentarios a vdicione@geoamerica.org)

1 comment:

Lisete Osório said...

Me gusta este post y esta reflexión sobre la diversidad cultural y la cooperación.
Saludos desde Portugal